Vamos a comenzar el blog de nuevo, realizando entradas semanales en las que os iremos informando de todo lo que creemos interesante y ameno, así podréis seguir nuestras actividades y de esta manera compartir con nosotros nuestra experiencia y vivencias. Creemos justo resumir las entradas que nuestros colaboradores han realizado anteriormente, por lo que las resumimos todas en este nuevo apartado al que hemos llamado Antiguas Entradas.
Muchas gracias por seguirnos.
Equipo de Colabora Birmania.
ANTIGUAS ENTRADAS
20042011
El pasado octubre pusimos en marcha la campaña 300×300. A través de ella, necesitábamos conseguir 300 comidas para los 300 niños de la escuela km 42. Ofrecer una comida diaria durante todo el año escolar a un niño nos cuesta 50€ al año, ¿increíble, no?
Han sido 9 eventos los que hemos realizado para conseguir el objetivo:
Madrid, Zaragoza, Lleida, Lanzarote, Huesca, Barcelona y Olesa de montserrat, Vilajuïga (Girona) y Santiago de Compostela han sido las ciudades que nos han acogido y donde hemos celebrado paellas y calçotadas solidarias, cenas, cócteles y cafés benéficos.
Cada uno de estos eventos organizado por la iniciativa propia de colaboradores y amigos “birmanizados” que han querido aportar su granito para ayudar al pueblo birmano, en especial a los niños de la escuela km 42.
Todos los evnetos han tenido algo en común: la implicación de mucha gente para conseguir el objetivo. Y no sólo de los amigos y colaboradores que nos han visitado y han visto con sus propios ojos la necesidades de estos niños y la situación de sus familias, sino también de mucha otra gente que se ha volcado y ha colaborado para esta buena causa.
A todos y a cada uno de vosotros: ¡muchísimas gracias!
Esta noche Colabora Birmania estará en Huesca
4032011
Seguimos con la campaña de 300×300, para recaudar el alimento para 300 niños durante un año escolar del colegio The Best Friend Km 42. Javier García estará en el evento para presentarnos Colabora Birmania y la campaña.
¡Venid a tomaros un cocktail solidario en el Café Bar Álvaro a las 20h.!
Fuerteventura con el pueblo birmano
13122010
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Ya llevaba un tiempo queriendo hacer un viaje a Asia, y Tailandia esa un país muy apetecible. También coincidió en ese momento mi curiosidad por palpar el budismo en vivo y, como detonante de la mezcla de circunstancias, me entero de que una viaja amiga llevaba meses iniciando un voluntariado de apoyo al pueblo birmano en la frontera de Tailandia con Birmania – más tarde nacería la ONG Colabora Birmania, que depende exclusivamente de donaciones particulares. – Así que me rendí al destino y tiré hacia Oriente.
Después del largo viaje de rigor desde Lajares, Fuerteventura, hasta Mae Sot, centro oeste de Tailandia, y después de superar algunos momentos de ansiedad, porque el contraste La Oliva vs Bangkok te deja KAO, por fin llego a la que será mi cama durante el próximo mes. Se trata de una casa de madera – tipo cabaña ‘ cómoda, siempre muy ecológica, donde convivía con 4 o 5 birmanos más.
Thant es el birmano varón de cuarenta y pocos responsable de la casa. De mirada viva y atenta, muy moreno, con cierto aspecto intelectual. Habla un inglés de batalla muy entendible, acompañado de una mímica excepcional muy graciosa. Lleva instalado en la “Tailandia fronteriza” unos 14 añios, en Mae Sot. Allí, en Birmania, era profesor de matemáticas en la universidad antes de la Junta Militar, y pasó, de la noche a la mañana, de estar llevando una vida normal a salir huyendo de su país por la selva. No se casa con nadie, pero tiene un corazón enorme. Desde hace tiempo, distribuye por los colegios a los voluntarios de otros países que vienen a trabajar, y en su casa se convierte, a menudo, en punto de encuentro de birmanos refugiados que andan sobreviviendo, la mayor parte de ellos clandestinamente, por Mae Sot.
Lo interesante de mi viaje fue la “birmanización” que sufrí. Integrarte en una cultura tan distinta es un vuelco curioso que te ahce ver la tuya desde otra perspectiva. La experiencia con los niños- a los que daba clase de ingles- creo que fue positiva, tanto para ellos (aunque habría que preguntarles…, por lo menos se reían y eso ya es bueno) como para mi. Hay que tener en cuenta que la situación era muy complicada; muchos de estos niños y niñas fueron testigos de cómo habían acabado con sus familias, otros no sabían nada de sus padres y hermanos desde varios meses. Aunque, siendo sincero, disfruté mucho inventando las clases, jugando con los chiquillos y los profesores.
Allí en Mae sot están viviendo mis amigos de Colabora Birmania; Carmen, Marc, Meri, Javi y Claudia, con quienes pasaba muchas tardes. Llevan allí más de un año, desempeñando una increíble labor de apoyo a niños de los colegios a los que van semanalmente. Realizan apoyo logístico, construyendo algún colegio, apoyo con la alimentación, apoyo psicológico…también canalizan la acción de los voluntarios, como yo, hacia algún colegio o proyecto en el que siempre hace falta ayuda.
Después de unos meses por Fuerteventura de nuevo, un día se me ocurrió que podía hacer una exposición con las fotos de los niños, mostrando el proyecto que allí llevan a cabo mis amigos de CB, e intentar recaudar algún dinerillo para enviarlo al colegio donde yo trabajaba, para que puedan conectar agua corriente. Se me ocurrió hacer una camiseta para venderla aquí y enviarles todo el beneficio. El diseño de ésta lo copié de otra que se vendía allí, en conmemoración de la muerte de numerosos monjes budistas y civiles, que fueron asesinados durante una manifestación pacífica contra los abusos de la dictadura, en 2007. Es muy bonita y significa mucho para ese pueblo. Y gracias a la concejalía de cultura de La Oliva, a Juanjo (de La Pintadera), a Vicente (de Serviprint), y al Tío Tom – por su ayuda con la edición – esto es una realidad.
Alvaro Artiñano
11112010
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Hay momentos en la vida, no muchos, en los que puedes sentir, casi morder, la importancia de los mismos.
Todo el mundo aquí en Mae Sot (Tailandia) miraba el pasado domingo 7 de noviembre hacia la cercana Birmania esperando con una mezcla de emoción y escepticismo las noticias que iban cruzando la frontera. Eran las primeras “elecciones” en 20 años. Unas elecciones controladas por el régimen militar que ya estaban decididas de antemano: sin observadores internacionales, sin periodistas, bajo una constitución que reserva el 25% del parlamento al poder militar y con un sistema electoral diseñado para una aplastante victoria del régimen. Y eso es precisamente lo que ha acabado sucediendo.
Pero aquél domingo 7 de noviembre no sólo hubo rumores sobre las elecciones. Empezaron a llegar a mis oídos tímidas noticias acerca de una división escindida del DKBA (Development Karen Buddhist Army) que había comenzado un asalto al pueblo fronterizo Myawaddy, situado exactamente al otro lado de la frontera con Mae Sot, en la provincia Karén. Estos rumores son constantes por aquí. Hay que recordar que prácticamente cada una de las numerosas etnias que pueblan Birmania tienen ejército o guerrilla independiente y las tensiones son el pan de cada día.
El lunes 8 es cuando, y tiro de castellano claro, todo se salió de madre. Los rumores del día anterior sobre la ofensiva eran ya noticia en varios medios serios y hacia las 13.00 horas el SPDC (Social Peace Democratic Committee) o ejército central birmano parecía haber perdido casi por completo el control sobre Myawaddy.
Escuché entonces a alguien preguntar: ¿Y esto es bueno o malo? La respuesta la encontramos en internet. Youtube mostraba ya miles de civiles karén andando por la autopista siendo escoltados por el ejército tailandés con dirección Mae Sot. Las imágenes de la página web Irrawaddy.org enseñaban exactamente el sitio donde estuve paseando hace tres días, el paseo fronterizo delimitado por el rio Moei y siempre lleno de puestos ambulantes, albergando ahora soldados a raso y apuntando con sus fusiles hacia el otro lado de la frontera.
Y de nuevo tiro de castellano claro: joder. Después del joder fue cuando salimos de la inopia comunitaria. Yo estaba en la oficina de Colabora Birmania, había ido a enterarme de lo sucedido y ellos ya estaban trabajando en ver quién se había hecho con el mando de la coordinación de la Ayuda Humanitaria de Emergencia.
A eso de las 17.30 estábamos junto a otros colectivos y ONGs en una reunión para ver que se podía hacer y en torno a las 19.00 partíamos ya con 3 furgonetas cargadas con 700 mantas hacia el campo de refugiados que el ejército tailandés había habilitado para el aluvión de birmanos que, según cifras oficiales, superaban los 20.000. Las decisión de proveer sólo mantas vino de las conversaciones con TBBS y Mae Tao Clinic, las dos organizaciones que se habían hecho cargo de la situación y que estaban siendo informadas por la armada tailandesa acerca de las necesidades más apremiantes.
El campo de refugiados mostraba un “caos relativamente controlado” por el ejército. Las imágenes grabadas no muestran con exactitud los sentimientos que la situación desprendía. Pudimos hablar con varias familias birmanas gracias a nuestro amigo John que ejerció de traductor. Una mujer sostenía a su hija de unos 5 años. Nos comentó como, cuando estaba bajando por su calle a las 8.30 de la mañana, empezó a escuchar tiros y explosiones a un centenar de metros. “Salí corriendo porque todo el mundo lo hacía, me moría de miedo. Bajamos el terraplén del rio y empezamos a cruzarlo. Tuve que cruzar el rio con mi hija entre mis brazos. Luego, los militares nos trajeron aquí”. No sabía dónde estaba su marido ni el resto de su familia. Su angustia desbordaba sus ojos, pero sin lagrimas. Estas son reservadas para cosas peores, cosas que sólo les pasan en Birmania.
Durante los dos días siguientes el SPDC retomó el control de Myawaddy y la mayoría de los 20.000 refugiados pudieron volver a cruzar la frontera. Las lágrimas reservadas fueron quizás para esta ocasión, pues el ejército birmano incendió varias casas y el mercado, destrozando muchas de las pocas pertenencias que algunos birmanos poseen. En cuanto a las cifras de bajas civiles, no están claras –como casi nada en Birmania-, pero por el momento 6 son las marcadas por fuentes oficiales gubernamentales.
La sensación por Mae Sot es la de vuelta a la normalidad, pero las tensiones por los resultados incomprensibles –por no decir imposibles- de las elecciones dejan entrever un futuro inestable y con posibilidad de repetir lo que aquí ha pasado, aunque quizás la próxima vez sea mucho peor. Es así, la vida en esta Birmania “ya democrática” según la junta central.
Muchas de las ONGs de Mae Sot se quedaron cruzadas de brazos ante esta situación ya que este escenario no entraba dentro de sus objetivos o metas. Otras muchas no. Cambiaron durante unos días su manera de trabajar y aportaron tanto recursos humanos como económicos estando a mí juicio a la altura de las circunstancias. Junto a estas, Colabora Birmania. Mi más sincero reconocimiento a su trabajo en este difícil escenario de crisis en el que se movieron hábilmente y estuvieron a la altura.
Por AAF (tito)
Fotos realizadas por © Sejin Yang
25102010
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Hace tiempo que mis amigos de COLABORA me pidieron escribir unas frases en este blog compartiendo mi experiencia de ese lugar tan especial llamado Maesot . He tardado en hacerlo, pero finalmente, aqui estoy. Normalmente no me cuesta escribir, todo lo contrario, pero hablar de Maesot en an solo unas pocas frases, me resulta dificil, llenaria páginas tratando de expresar lo que siento cuando pienso en los dias que viví allí..
Todos tenemos nuestros sueños. Uno de los mios siempre fue aportar algún dia mi pequeño granito de arena.Convivir y compartir la hermosa labor diaria que realizan ese fantástico equipo humano que forman COLABORA BIRMANIA ha sido sido eso, un bonito sueño hecho realidad.
Me resulta imposible olvidar las caritas de los niños birmanos cuando llegábamos al Chicken School cargados con las bolsas de comida recien comprada del mercado y corrian apresurados para ayudarnos y cargar ellos mismos con el peso. Te sientes como Papá Noel, aunque no llevas juguetes , les regalas la comida que les va a alimentar durante toda la semana. Arroz , verduras y un poco de carne. El mejor de los regalos. Te lo agradecen con una preciosa y sincera sonrisa, te abrazan, los pequeños quieren que les cojas, aplauden, corren alrededor tuyo buscando el juego……..no existe la competitividad, ni la envidia, ni los celos, ni el odio. Solo ves amor, y entre las muchas sonrisas, también tristeza. Es entonces cuando miras hacia arriba y preguntas a no sabes quien ¿porqué?
Gracias a que existen personas como mis amigos de COLABORA ,que realmente aportan su granito, dando cariño a los niños birmanos, alimentándoles y realizando proyectos humanitarios que hacen que su calidad de vida mejore y tengan la posibilidad de un futuro mejor.
No se si habrá una vida mejor más allá de esta, o si existe un cielo pero si lo hubiera, mis nuevos amigos se han ganado un lugar en el.
Y gracias también a todos aquellos que desde la distancia, mediante donaciones ,hacen posible que mis queridos e inolvidables niños birmanos puedan alimentarse, lavarse, vestirse, medicarse, dormir bajo un techo, tener una educación básica……….en definitiva, ayudarles a vivir de manera digna, como todo ser humano tiene derecho, aunque no siempre la posibilidad.
Ayudémosles entre todos !!!!
Gracias infinitas a Carmen, Meri, Marc, Javi, Claudia y la dulce Sara !!!!!!!!! nunca os olvidaré.
Camino a la escuela Km42″ href=»https://colaborabirmania.wordpress.com/2010/09/08/camino-a-la-escuela-km42/»>>Camino a la escuela Km42
8092010
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De Mae Sot al Km 42, una carretera llena de sorpresas.
Nos dirigimos hacia al sur de Tailandia por la carretera que va dirección a Umphang. Concretamente hasta el Km 42, donde se encuentra una de las escuelas en la que estamos trabajando: The Best Friend School Km 42.
Se tardan unos 45 minutos desde Mae Sot, durante el tiempo y la distancia que hay que recorrer hasta llegar, te encuentras diferentes escenarios a lo largo del camino, bajo la lluvia o el sol.
Hay paisajes maravillosos de arrozales, las montañas de Birmania, cascadas, estatuas de budas, flores exóticas, tiendas de fruta, mercados de verdura, puestos de comida…
Pero también hay una parte no tan bonita. Es frecuente encontrarte con controles policiales, en los que paran a los autobuses, piden documentación a los birmanos y si no tienen deben pagar un soborno o son deportados a su país.
Otra imagen común es el éxodo de birmanos que van por la carretera a pie cargando con las pocas cosas que tienen, para desplazarse a su nuevo trabajo u hogar. Detrás de cada plantación de verduras, arroz o flores, hay birmanos trabajando 12 horas diarias para ganar un euro y medio al día, y los afortunados 2. Muchos de ellos son los padres de nuestros alumnos.
Es una carretera llena de contrastes, pero cuando llegas a la escuela y lo primero que te encuentras es a un montón de niños diciendo Minglabá seyamá! (¡buenos días, profesora!) y con una sonrisa de oreja a oreja te olvidas de todo, y te dices: “¡Merece la pena venir otro día más aquí!”.
Meri Viladecas
2082010
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Siempre tuve esta idea en la cabeza y siempre la sentí en mi corazón… siempre quise ayudar con mi profesión a las personas que más lo necesitaban, las que lo necesitaban de verdad.
Soy Aparejadora, y construir The Best Friend School ha sido hacer realidad un sueño que desde hace tiempo llevaba dentro.
Jamás olvidaré el trabajo que hemos hecho juntos y la felicidad, el respeto y el agradecimiento de los niños que ya se benefician de su nueva escuela.
En las comunidades birmanas asentadas en Tailandia a lo largo de su frontera con Myanmar, se puede verificar cómo las personas sobrevivimos y nos adecuamos a lo poco que, debido a las circunstancias, tenemos. Por ello mismo, si en algo podemos ayudarles a mejorar las condiciones de su vida, o por lo menos, la educación y alimentación de los más pequeños, es una gran satisfacción poder hacerlo.
En el colegio del Kilómetro 42, se hacía imposible estudiar y concentrarse en el poco espacio que estos niños compartían cada día. Los 350 alumnos, se hacinaban en la única clase que tenían, mezclándose las voces de los chicos mayores con los más pequeños.
Con la ampliación del colegio, los profesores pueden separar por cursos a sus alumnos y mantener la concentración de los chicos en cada clase. Los tres dormitorios construidos ya albergan a los alumnos cuyas familias trabajan en los campos de cultivo muy desplazados de las zonas urbanas, y a los niños que han perdido a su familia.
Y la nueva cocina permitirá preparar una comida nutritiva y equilibrada para estos 350 niños cada día.
Ha sido una experiencia muy enriquecedora trabajar con birmanos, yo he aprendido muchas cosas de ellos, de su forma de vida, de la jerarquía de clases que existe entre ellos y el respeto que se procesan, de su cultura (las faldas a la altura de las rodillas son demasiado cortas para ellos), de su religión llena de ofrendas y bendiciones.
Y ellos también han aprendido un poquito de mí, de las soluciones constructivas tan impensables para ellos por lo caras que suponen, pero a la vez tan eficaces.
Y también de los españoles, de todas esas personas de buen corazón que ni siquiera conocen y que les están ayudando para mejorar sus vidas sin pedir nada a cambio.
Cuando salí de España no podría haber imaginado que este sueño lo compartiría con todos vosotros, Colabora Birmania.
Trabajar unida a mis amigos para mejorar las condiciones de estos chavales ha sido grandioso!
Sabéis lo orgullosa que estoy de teneros como amigos y del trabajo que realizáis, porque sois grandes personas luchando por grandes injusticias.
Yo he podido formar parte de ello y seguiré haciéndolo, no solo como socia de Colabora Birmania si no también ayudándoos cuando lo necesitéis, sabed que contáis conmigo siempre.
Ha sido y siempre será un placer trabajar con vosotros.
18032010
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Las escuelas han cerrado, los alumnos han vuelto con sus padres y hasta junio no volverán a reencontrarse con el resto de sus compañeros. Pero no todos lo hacen, de los 191 alumnos que tiene el Km 48, 30 de ellos son internos y viven en la escuela, sus padres no puede hacerse cargo de ellos.
Colabora Birmania quiso celebrar una fiesta de final de curso para que estos 30 niños tengan una distracción y una experiencia más para acordarse y reír con sus amigos.
Compramos mucha comida: arroz, pollo, pescado, verduras y fruta así como también postres que no acostumbran a comer: ¡los helados! Después del almuerzo, mientras algunos de nosotros jugaban a fútbol con los más deportistas, (Ayng Thuwin será el nuevo Messi de Birmania!), otros hacían pulseras y collares con materiales que les trajimos…pero el plato fuerte fue cuando apareció Zurdo, el payaso gaditano, en seguida conectó con ellos y los hizo interactuar. Malabares, situaciones cómicas, globos y mucho color puso con muchas ganas. ¡Muchas gracias por tu tiempo y dedicación, pisha!
La jornada acabó con más manualidades y dibujos, donde se podía apreciar la imaginación que tenían estos pequeños artistas.
Que poco cuesta hacer felices a estos niños…¡esperamos que se lo hayan pasado tan bien como nosotros!
3022010
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El pasado mes de diciembre tuvimos la visita de Javier Basagoiti, el primer socio de Colabora Birmania que ha venido a ver de cerca los proyectos que llevamos a cabo en Mae Sot.
Juntos visitamos los colegios en los que Colabora Birmania trabaja en Mae Sot; Colegio 48, Chicken School. Javier nos ayudó a entregar uniformes y chanclas nuevas a los alumnos de Chicken School, a repartir la comida que puntualmente llevamos a las familias que viven en el Vertedero y estamos seguros que disfrutó jugando con los niños del 48.
Hemos preparado un vídeo de su visita y esperamos que ésta haya sido una experiencia inolvidable para él y que pronto, más socios se animen a visitarnos y vean con sus propios ojos el resultado de su ayuda.
¡Gracias Javier, te esperamos el año que viene!
31012010
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Casi un mes en Mae Sot y sus alrededores ha sido fluir y mas fluir…
Tras conocer Colabora Birmania decidimos que lo mejor seria dar clases de ingles en Kuy Ka Lok, un colegio de ninos-chavales birmanos refugiados en Tailandia. En la convivencia con ellos tuve la suerte de compartir la melancolia de sus miradas en ciertos momentos de silencio o bajo la musica de una guitarra clasica, que la mayoria de ellos toca con soltura; y, dentro de esa tono melancolico, ver lo geniales que son y toda la vida y luz que expresan sin reparos…
El colegio tiene algo mas de 300 alumnos,mas de 200 viven y duermen en la escuela, en grandes barracones, siendo unos padres de otros, siendo traviesos y muy nobles…, demostrando a todo aquel quiera ir y observar con detalle que se puede vivir en armonia y sencillez… quiza ellos me ensenaran a mi mas que yo a ellos, o quiza esto de las sinergias 1+1 = 3…
Durante este mes, ademas de compartir sus miradas y sentir, daba clases de ingles a cuarto grado, chicos y chicas con 12-13 anos: sus ingles es muy basico y esta basado en la repetion de palabras en ritmo: los numeros, los meses, los dias de la semanas, alfabeto,… pero casi no integran las palabras al conversar. Se junta la timidez con una pronunciacion “muy diferente”, por lo menos habia 2 chicos que estaban un poquito mas sueltos y me ayudaban a traducir alguna cosilla a burmise. Practicamos mucha pronunciacion e intente que se cuestionaran esto de “¿porqué aprender ingles?”, son muy jóvenes y muy pocos de ellos estan hambrientos de conocimientos…
He tenido dias espesos, donde les hablaba y solo miraban, les preguntaba y no respondian, intentaba organizar algun ejercicio y no entendian, … momentos en los que me sentía muy desgastado …
He tenido dias donde la clase fluia sola, empezaban a participar, me sorprendian con alguna expresion o buen vocabulario, donde la conexion profe-alumno era directa y sin interferencia, de corazon a corazon.
algo gracioso: la clase no tenia paredes y hacia de comedor cuando la campana sonaba a las 12:00 en punto. Durante la clase soliamos tener el humillo de la comida si el viento asi lo decidia, cada dia nos visitaba algun animal: gallos, polluelos, perros, lagartijas, algun niño que se aburría en su clase,…
Hoy, dia 30 de enero de 2010, continuo mi camino por otros montes… termino mandando todo mi carino a mis “nuevos amigos” de Colabora Birmania que intuyo van a dar mucha guerra en Mae Sot: Meri, Carmen, Marc, Claudia y Javi, gracias, pocas cosas hay en la vida mejor que conectar con buena gente, y sin lugar a dudas, vosotros lo sois. Un besote para mi otro hermano: Ariel, esa perla argentina que corre la banda que se las pela.
Madre Tierra, I love You
David